viernes, 16 de enero de 2015

Teoría del Aprendizaje.

Por: Jacqueline Zavala 



Esta es la teoría de que las personas aprenden nuevas conductas a través del refuerzo o castigo o a través del aprendizaje observacional de los factores sociales de su entorno.Al desarrollarse y analizarse la teoría de la conducta, se llegó a la convicción de que los determinantes de la conducta residen en las fuerzas del medio; esta será la base principal sobre la que se sustente y analice la obra, que profundizará en otros temas y planteará interrogantes que intentará desvelar a partir de teorías e investigaciones realizadas.

Identificación e imitación.

Partiendo de los lazos emocionales de vínculo entre las personas, analizaremos la interacción humana y los procesos que en ella se producen, como la imitación - la base del aprendizaje humano - y la identificación con otros. Si las personas ven consecuencias deseables y positivas en la conducta observada es más probable que la imiten , la tomen como modelo y adopten

El componente social de la emoción ha sido sutilmente analizado por Wallon (1941, 1942) en una época en que se consideraba apenas un desorden de los sentidos con propiedades adaptativas de huida y defensa. La actitud  emocional se expresa en el gesto, cuya naturaleza es compartir con la comunidad un mismo estado de conciencia; por eso las actitudes emocionales son tan contagiosas .

Poco se puede discutir el carácter central de la imitación en el aprendizaje humano, incluso de aspectos complejos, poco observables en apariencia. Muchos de los contenidos de la cultura social, normas, papeles, actitudes, emociones y sentimientos, valores, juicios, prejuicios, estereotipos, etc., se incorporan a uno mismo a través de los ejemplos que nos proporcionan otros seres humanos.

La imitación permite la adquisición de comportamientos sociales nuevos por medio de la observación de modelos. En función de las características del modelo y del momento evolutivo del observador, también con sus especificidades, la imitación tendrá un alcance u otro. Este tipo de aprendizaje es dependiente de los efectos que para el modelo se derivan de su propia conducta, a modo de "refuerzo por representación". Para que un comportamiento se califique de imitativo debe ser similar al del modelo y derivarse de tal modelo sin otras fuentes de influencia.

El aprendizaje a través de la imitación ha sido ampliamente estudiado, sobre todo por Bandura (1965, 1980) . Resulta indiscutible que en los contextos de interacción social son
continuos los comportamientos de imitación mutua, dando lugar a procesos de simbolización, socialización e interiorización, esenciales en el desarrollo individual . En este sentido, la imitación cobra un papel más constructivo por parte del sujeto, que lo que intenta es reproducir un efecto, por lo que puede, incluso, variar la secuencia motora o imitar sin presencia del modelo.


El desarrollo de la autonomía en las relaciones familiares es una tarea clave para el adolescente y nada sencilla de alcanzar. Los conflictos surgen porque padres y adolescentes están intentando llevar a cabo sus tareas evolutivas: los padres promoviendo normas y conductas que mejoren el comportamiento y la adaptación familiar de los adolescentes; éstos reclamando autonomía y una relación más igualitaria.

"Aprendizaje por principios"

Por: Jacqueline Zavala


Los principios de aprendizaje son postulados primarios e iníciales que sirven para orientar el proceso hacia un final eficaz. No son fijos, ni tampoco taxativos e inmutables sino que se descubren en la práctica cotidiana, y son susceptibles de revisión. Así los principios que orientaron la enseñanza tradicional fundada en el docente no son los mismos que los actuales, centrados en el alumno.

Principio de la individualidad: reconociendo a cada alumno como integrante de un grupo, pero fundamentalmente con características personales y aptitudes singulares, que conviene identificar para ayudarlo a superar sus dificultades y para estimularlo en sus fortalezas

Principio de la fundamentación: Cada objeto a enseñar debe ser expuesto en cuanto a la finalidad que se aspira obtener a partir de su aprehensión

Principio de motivación: Tratar de captar la atención del educando con material atractivo, aplicaciones prácticas, tomando en cuenta sus intereses y necesidades

Principio de participación: el estudiante debe ser el protagonista del proceso de aprendizaje, investigando, escuchando activamente, criticando y argumentando

Principio de la fundamentación: Cada objeto a enseñar debe ser expuesto en cuanto a la finalidad que se aspira obtener a partir de su aprehensión

Principio de motivación: Tratar de captar la atención del educando con material atractivo, aplicaciones prácticas, tomando en cuenta sus intereses y necesidades


Principio de participación: el estudiante debe ser el protagonista del proceso de aprendizaje, investigando, escuchando activamente, criticando y argumentando

"El Valor de Educar"

Por: Karla Alexandra Lozano Montalvo. 



En el libro Fernando Savater nos hace reflexionar sobre las capacidades que poseemos como seres humanos desde nuestro nacimiento, para aprender y tener una superación constante a través de los conocimientos que nos son impartidos a lo largo de  nuestra vida por otros seres humanos.

Para poder aprender debemos aprender a ser primero “buenos humanos”   decía Píndaro “llega a ser el que eres” en la vida nacemos dos veces, la biológica que es la que todos conocemos y la definitiva que es cuando aprendemos a ser buenos humanos, aprendemos por medio de la imitación y nuestro propio esfuerzo que es el que nos  definirá como personas.

Nuestra naturaleza es enseñar para poder convivir en armonía en una sociedad, enseñar y aprender  es lo que nos definirá como una sociedad .La mayoría de nuestros conocimientos los adquirimos por experiencia propia.

Nuestras capacidades de aprendizaje dependen de los otros; es más difícil el aprendizaje aislado de la sociedad, le educación se trata de aprender a pensar y aprender a pensar sobre lo que se piensa es una acción de reflexión sobre lo que se está aprendiendo.
El principal objetivo de la educación es enseñarnos a aprender de la vida, nuestros principales conocimientos vienen de las huellas humanas que han dejado nuestros antepasados y han pasado a la historia como son  los descubrimientos a través del tiempo, quien no tiene tiempo no puede tener presente no hay sociedad que no sepa del pasado y no proyecte un futuro ,el manejo del tiempo es fuente fundamental de aprendizaje se necesita  haber vivido para que el aprendizaje sea significativo y sea tomado como experiencia. 

El aprendizaje es básico en las sociedades; se aprende de la experiencia nuestra naturaleza es siempre enseñar al que no sabe sin importar las generaciones pues siempre habrá conocimientos que transmitir. Todos  hemos sido enseñados en alguna ocasión. En la actualidad aun muchos conocimientos se transmiten en el seno de la familia.

La educación como institución surge cuando hay que enseñar un conocimiento más científico como matemáticas  o ciencias estos conocimientos van siendo más complejos lo que hace que no cualquier miembro de la sociedad  pueda enseñarlos, debe de tener una preparación constante y  más profesional.

La educación era impartida por alguien del seno familiar está basado en el cariño y las relaciones afectivas se debe  llevar a cabo de una forma correcta para asentar una buena base para continuar el crecimiento personal del individuo. Se encarga de la formación del espíritu, valores morales, patrióticos, etc.  y la Instrucción que son las destrezas técnicas y teorías científicas por alguien externo a la familia  denominado maestro o pedagogo.
Cuando se tienen unas buenas bases la educación siempre será  mucho más fructífera,. Los niños que fueron niños felices tendrán confianza en el vínculo humano para toda su vida, los que no tuvieron amor en esa etapa no conseguirán sustituirlo satisfactoriamente con nada. .La autoridad amorosa de la familia es fundamental para ayudar a crecer a los más jóvenes, debemos enseñarles a ser adultos porque carecen de la experiencia vital necesaria para ello. Hay que educarles para que crezcan mejor nuestra principal motivación  no es el deseo de ser amado o amar a alguien; es el miedo de dejar de ser amado por la gente que apreciamos. “Da más fuerza sentirse amado que sentirse fuerte” decía Goethe.

La actualidad en la que vivimos con los medios de comunicación cada vez hace que los niños crezcan con ideas equivocadas del sexo, la guerra la política y los problemas sociales. El maestro y la escuela tienen como misión ayudar al estudiante a ver esa realidad desde otro punto menos drástico tratando de sacar siempre lo mejor de las cosas, con  base a los valores y a la ética no satanizando y creando tabús donde todo es un proceso si nos referimos al sexo en particular. Es necesaria una información clara y con sentido común para evitar desastres posteriores debidos a la ignorancia.
En la escuela  se puede enseñar los usos responsables de la libertad, hay que enseñarles que la libertad implica toma de decisiones y las decisiones también pueden tener consecuencias, buenas o malas pero las hay en este caso también enseñarles las  consecuencias  de  sus actos.

Hay que enseñar  a los alumnos a hablar libremente de sus sentimientos o tendencias agresivas, a fin de ayudarles a que reconozcan las causas de estas tendencias. Solo así llegarán a algo más constructivo que la negación y represión de sus  esos sentimientos.
El objetivo del buen maestro es formar individuos que sean capaces de prescindir de ellos y caminar por sí mismos, el objetivo de la enseñanza es conseguir individuos auténticamente libres, y para llegar a este punto hay que pasar por un aprendizaje lleno de disciplina y obediencia

No es posible ningún proceso educativo sin una parte de disciplina. Actualmente la orientación del aprendizaje se realiza mediante la vigilancia que controla psicológicamente al individuo a fin de hacerlo productivo para la sociedad
Hay muchas maneras de enseñar y aprender varios pedagogos, entre ellos María Montessori  habla de enseñar jugando, para lograr un mejor aprendizaje. Lo que no hay que olvidar es que a la escuela se va a aprender lo que no se aprende en casa ni jugando, se les enseña a ser adultos, y los adultos no juegan.

Lo fundamental es despertar la curiosidad del alumno, no agobiarlo ni impresionarlo, hay que fomentar pasiones intelectuales para evitar la rutina, es necesario desarrollar la facultad de escuchar lo que se propone. El maestro, debe ser  firme en lo que sabe pero dispuesto a debatirlo o incluso modificarlo en clase con ayuda de sus alumnos.
 Fomentar el espíritu crítico sin hacer concesiones al simple afán de llevar la contraria. Potenciar en quienes aprenden la capacidad de preguntar y preguntarse.  Aprender a enseñar es todo un arte podemos fomentar en los jóvenes el justo por la lectura y  la historia hasta con una narración en donde se logre crear un ambiente  cálido para que  aprovechen los conocimientos de mejor manera. Debemos crear una conciencia en los alumnos y en nosotros para poder enseñar mejor, Poseemos capacidades que nos distinguen de los animales, como son el el uso del lenguaje, de los símbolos, la capacidad de razonar, el recuerdo del pasado y la previsión del futuro, la conciencia de la muerte, el sentido del humor, etc., es decir aquello mismo que nos hace semejantes y que nunca falta donde hay hombres, lo que tenemos en común todas las culturas. Es importante que en la escuela se enseñe a discutir, pero igual de importante es dejar claro que la escuela no es un foro de debates. Debemos formar ciudadanos demócratas.

La escuela debe ser el lugar público que puede fomentar los valores necesarios para la convivencia de los que somos de culturas tan diversas y que en la convivencia nos enriquecen a todos. La educación es universal es decir  para todos sin importar su color de piel, sus preferencias sexuales, su raza o de donde venga, todos somos ser humanos, hombres y mujeres que  día a día aprendemos a ser mejores a través de conocimientos y vivencias.

Conclusión:
La lectura explica de una manera sencilla el fin de la educación, los antecedentes y sobre todo a razonar  que es lo que  esperamos de las personas a quien educaremos, el transmitir el “amor intelectual  a lo humano.”


"Los maestros de la Revolución"

Por: Karla Alexandra Lozano Montalvo.




Durante la revolución, hubo estados en los que no ocurría gran cosa, a diferencia de otros en los que las escuelas primarias y las normales, fueron sometidas a presiones por conflictos políticos que terminaron por cerrarlas por meses e incluso años.

Los maestros participaron en el movimiento armado al igual que los demás trabajadores públicos,
algunos maestros trabajan sin importar para quien lo hacían, otros fueron víctimas de las políticas que se presentaban, sufriendo el detenimiento de sus sueldos de forma temporal o indefinida, según por haber favorecido al enemigo. Ósea que los maestros tuvieron problemas por pertenecer o no a algún grupo político.

En 1917 se suprime la SIPBA (Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes) y las escuelas primarias se cambian a los ayuntamientos, también se acaba con la huelga de maestros del Distrito Federal en 1919, donde pedían sueldos y la reinstalación.

Un cambio notable durante la revolución fue la uniformidad, que pretendía construir un sistema nacional de educación primaria moderno con elementos comunes y de orientación igual en todo el país. Se buscaba también ordenar los planes y programas de estudio de la enseñanza normal, comprometiéndola más con el pueblo y la revolución, ubicándola más hacia el campo, las regiones y las actividades agrícolas e industriales.

Se crearon escuelas normales donde introdujeron cursos técnicos y  de carácter práctico y  como economía política, trataron de que la enseñanza fuera mixta. Hubo profesores normalistas titulados y no normalistas, algunos titulados por los gobiernos de los estados y otros por los ayuntamientos y otros más sin título hubo enfrentamientos entre maestros por venir de distintas regiones y/o normales, también discutían por la organización de planes, programas, métodos de enseñanza y aprendizaje y por los libros de texto.

Parte de estas discusiones se viven en la actualidad, ya que siempre han existido y existirán personas que quieren tener el poder en sus manos, aunque no sea real el interés que pretenden tener hacia estas problemáticas.

El éxodo de maestros que emigraron de los estados a la capital, en busca de un bienestar profesional o siguiendo a los líderes revolucionarios, otros por los conflictos y violencia que existían en los lugares de origen.

Las escuelas normales transmitieron y reprodujeron los valores del orden y fueron transmisoras de los valores del cambio. Se dice que también fueron nido de conservadores y cuna de revolucionarios.

 La política del magisterio estaba dividida en 4 sentidos:
• Mayor intervención directa del profesorado para designar autoridades.
• Mayor participación del profesorado para decidir políticas educativas y pedagógicas.
• Mayor participación del magisterio en la vida política nacional.
• Penetración visible y directa de la política.

La gran mayoría de los maestros participaron en la revolución, por venir de clases medias y bajas provincias, se incorporaron con mayor facilidad a los discursos revolucionarios, ya que los universitarios no querían ubicarse en ninguna categoría sociopolítica. El magisterio estaba comprometido con las causas del pueblo. Se trataba del grupo profesional más numeroso y con la más extensa distribución geográfica. Los maestros se vinculaban y trabajaban para los jefes revolucionarios como docentes, militares, escribanos, asesores, publicistas, propagandistas, etc.
Los universitarios y normalistas no se llevaban muy bien, puesto que los normalistas querían que los reconocieran igual que a los universitarios, pero al mismo tiempo querían ser distintos, trataban de formar su propia identidad.

"Educación del pueblo"

Por: Karla Alexandra Lozano Montalvo.



El triunfo educativo del Porfiriato tenía una sólida base ideológica, el cambio de  las materias y el método de enseñanza, el cual era bueno y no accesible para todos, solo algunos podían deleitarse, para esto pedagogos, maestros y políticos lucharon con la finalidad de  obtener educación buena para todo el pueblo mexicano.

Los estados del país contaban con escuelas mixtas, de tercera clase y de dos turnos,  escuelas urbanas y rurales según las estadísticas del Porfiriato, pero también había escuelas en las haciendas y ranchos. Las estadísticas que se tienen no son muy claras así que solo se sabe que las haciendas debían tener escuelas, así lo marcaba la ley.

Se conocía la existencia de las escuelas en las Haciendas, pero lo que no se sabe es que cuantas tenían, de que tipo eran, donde se encontraban y si en realidad las haciendas o ranchos cumplían con todo lo que la ley estipulaba.
Los estados que tenían más escuelas rurales eran San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas. En cada estado de la República se asignaba un presupuesto distinto y se le daba distinta prioridad a la educación según el gobierno y su interés hacia el pueblo.

Uno de los puntos relevantes en cuanto al tema educativo para los estados es que no era posible aprovechar las fuerzas y facultades de los hombres del campo, si no se contaba con centros de enseñanza adecuados y que la niñez de los campos la mayoría era analfabeta. Para esto en 1899 se organizó un Congreso Pedagógico con el fin de “unificar la educación y establecer un plan estatal de proyecciones del futuro”.

Se establecieron más escuelas en haciendas y rancherías denominadas escuelas rurales y aún faltaban más por crear, al parecer eran más las escuelas en estos lugares que las que había en las ciudades denominadas escuelas urbanas. Los maestros recibían 10 pesos como sueldo y además recibían maíz para sembrar.

Las escuelas rurales eran aquellas establecidas en haciendas, rancherías y agrupaciones de poblaciones que no fueran cabecera municipal. Se debería establecer una escuela por cada 500 habitantes, una de niño y otra de niña y sino una mixta y en las poblaciones de menos de 200 habitantes y situadas a más de tres kilómetros de distancia de una escuela, se debería establecer la enseñanza elemental por medio de maestros ambulantes.

El olvido de la educación rural se debía al desprecio que tenían los liberales y positivistas al indio, ellos estaban preocupados por el progreso material y los indios eran de bajo rendimiento y de mala calidad según su enfoque. El desarrollo de México se tendría que basar en su propia población, durante la primera década del presente siglo se aumentó el interés por educar al indio como medio de integrarlo a la sociedad.

 Este punto de vista era apoyado por los ideólogos Francisco Bulnes, Emilio Rabasa y Francisco Cosmes. Creían que no bastaba con leer y escribir, que primero deberían liberarlo de sus propias miserias, lo que urgía era hacer de él un miembro útil. Justo Sierra pensaba que la educación sería suficiente para integrar al indio a la sociedad y mitigar las desigualdades sociales.

Entre 1920 y 1950 el sistema educativo mexicano creció en forma constante pero moderada.




Durante esos años, la enseñanza primaria se concentraba principalmente en el medio urbano y los niveles superiores tenían un carácter restringido. Ese patrón de crecimiento acabó a mediados de la década cincuenta, dando lugar a un gran ciclo expansivo de treinta años que concluyó en los años ochenta.

"Teoría de las relaciones interpersonales"


Harry Sullivan, "Teoría de las relaciones interpersonales

Reseña: Bajo las ruedas, Herman Hesse.



Por: Josue Osorio Estrada                                                                                                               

La novela marca la historia de un niño inteligente, estudioso que da todo de sí mismo para alcanzar su máxima plenitud en la educación. Está historia cuenta con la singularidad que expresan sus demás obras del autor de Lobo Estepario, Siddhartha y Demian. La primera en mención tiene aspectos en común con la novela en estudio, ya que la descripción de los modos de vida del niño es similar a la del Lobo Estepario, un adulto solitario inteligente estudioso y crítico del sistema capitalista. La estructura de la historia podría ser la misma por los aspectos de la incomprensión social, la tristeza en el personaje y sus múltiples conflictos de la personalidad. Es cierto que existen rasgos autobiográficos de la vida de Herman Hesse en bajo la ruedas, ya que se cuenta que ingreso al seminario pero lo abandono por su rebeldía contra ese estilo de educación[1].

Hanz Giebenrath vivía en una familia burguesa y moderna en su estilo de vida. Su padre un buen comerciante. El modo de vivir del padre era el mismo como el resto de los habitantes del pueblo. La familia Gierberanth no le faltaba nada. Joseph el padre de Hanz era como cualquier padre moderno: creía que la educación que recibiría su hijo lo prepararía para ser mejor que los demás, ser un niño destacado y exitoso, que al paso del tiempo se convertiría en seminarista especialista en latín y griego antiguo.

El primer tropiezo de Hanz se convirtió en la prueba de admisión para el seminario, un examen arduo lleno de matemáticas, teología y gramática latina, sin duda alguna una prueba que un niño con una educación ordinaria en su tiempo no la pasaría. Sin embargo, el niño Giebenrath fue admitido con esfuerzo y dedicación, a pesar de su incertidumbre en el examen. Esa misma dedicación y esfuerzo dejaron estragos como la poca sociabilidad con los niños de su edad y dejaron a un lado las actividades recreativas del infante, que para un niño de su época puede repercutir en el trayecto de su vida.

En principios la vida en el seminario fue ardua, tranquila, sencilla y competitiva, los ingresados al sistema educativo del seminario trataban de destacar en cada uno de las materias impartidas, nadie era amigo de nadie, todos se concentraban después de las clases en las tareas y en las clases extracurriculares. Hanz no era la excepción, la idea de ser el segundo lugar como en el examen de admisión le provocaba pánico y un dolor de cabeza, el cual en ocasiones pasaba de ser leve a intenso. A los maestros del seminario les parecía un niño audaz, comprometido con la educación, siempre era de los primeros lugares en la materia de matemáticas y en gramática latina, lo que Hanz no comprendía, él hacia un mayor esfuerzo por entenderlo y aplicarlo rápidamente para no quedarse atrás. Poco a poco el dolor de cabeza se intensifico, hoy en día esta enfermedad se dictamina como migraña, y fue una característica por la cual recayó el niño Giebenraht en sus estudios.

El segundo tropiezo de Hanz resulto cuando conoció a otro niño llamado Herman Heilner, lirico, poeta y soñador. Hanz y Herman se hicieron buenos amigos, los cuales compartían mucho tiempo, ese tiempo el cual Hanz lo justico como parte de su rehabilitación por su enfermedad. Parte de su enfermedad lo inhabilito para el estudio, no obstante, la influencia de su amigo, la edad y los gustos que compartían los amigos se sumaron a las cualidades que cambiaron su forma de vivir en el convento. Los maestros y principalmente el éforo una especie de vigilante en el sistema educativo del seminario lo empezaron a reprender, a señalar que “ya no era el mismo de antes”, aunque él se esforzaba en ser uno de los primeros lugares.

Esas cualidades hicieron que el éforo se convirtiera en un verdugo, en el represor inconsciente, que con el paso del tiempo, Heilner no le tomaba importancia y justamente su amigo Hanz hizo lo mismo. Heilner perdía el tiempo entre literatura que no era acorde a la enseñanza en el seminario, la escritura de versos y actividades ociosas, era lo único que realizaba este pequeño personaje y desafiaba el sistema disciplinario del lugar de enseñanza.

El tercer tropiezo fue la caída inevitable de niño Giebenraht persistía el dolor de cabeza, su edad y su madurez intelectual era otra, ya no era el mismo. Su aspecto físico era alto, flaco, delgado, ojos sumidos y su color de piel era pálido. Al no ser el mismo de antes tuvo que salir del seminario, el sueño de sus padre se derrumbó como el de cualquier otro. Al regreso a su pueblo, la vergüenza le acechaba, no quería ser él, pero lo tuvo que ser. Seguir con sus estudios en otro de enseñanza u optar por aprender un oficio fue uno de los dilemas por el cual se cruzó en los días posteriores a su salida del seminario. Pero opto por la segunda opción y se dedicó a aprender el oficio de mecánico, las primeras actividades que desempeñaba en un taller fueron en limpiar una rueda, vieja y sucia, la cual le costó mucho esfuerzo y callosidad en la palma de las manos, pero esa misma rueda vieja y sucia le recordó que en su infancia se la pasaba debajo de una rueda cuando se sentía triste y en ocasiones era otro de su pasatiempo. A pesar de ello en su oficio pudo por fin sociabilizar con otras personas y hasta tuvo una novia, que jamás la pudo comprender. Su nombre era Emma, la chica era de estrechos hombros, morena y de un cuerpo esbelto, Hanz siempre la imaginaba con un vestido azul en la imagen romántica perfecta, ella fue parte fundamental para que aprendiera un oficio. Pese a que Hanz no sabía nada sobre cómo tratar a una mujer recordó las anécdotas que su amigo Heilner le conto sobre las mujeres que habían sido sus novias. Gracias a Heilner no echo a perder la relación con su novia. Hasta que llego el desenlace final, un día en la convivencia con los amigos del taller y su novia, en un cantina común y corriente, el joven Hanz Giebenrath como cualquier primerizo para embriagarse decidió beber, una tras otra copa de alcohol, sin importar los efectos que pudieran alcanzar a su persona, lo que le dejo la convivencia fue la sociabilización con demás personas a las cuales no era de su agrado, también un mejor trato con su novia y con el maestro que le enseñaba en el taller mecánico. Sin embargo, “todo en exceso es malo”, cuando le puso final a la convivencia Gierbenrath caminando a casa contemplo el agua de un barranco, de ahí tropezó al agua, nadie sabe los hechos exactamente, sino solo las interpretaciones que las personas le dieron. El muchacho murió con el simple hecho de contemplar el agua o de querer beber un poco. “En las sienes y las manos mostraba su piel unas pequeñas excortaciones azuladas, pero las facciones parecían estar sumidas en un sueño profundo, los parpados blancos velaban sus ojos, y la boca entreabierta tenía un gesto satisfecho y risueño"[2]. Quizás la muerte de Hanz fue espontánea como cualquier abrupto que pasa en la vida, nadie se imaginaba la tragedia de un chico que pudo ser el mejor dentro de un seminario.

En conclusión, podemos decir que estar “bajo las ruedas”, es estar debajo de las adversidades con las cuales no pudo luchar o salir por el peso o las consecuencias de las mismas, es decir, el personaje ya no pudo lidiar más con las presiones y las incomprensiones de su familia, de la sociedad, hasta que un día, el peso de la rueda pudo más que él; a tal grado de derrumbarlo por completo y llevarlo a la muerte. El sistema educativo religioso que se enseñaba en el seminario en el que él personaje a principios fue uno de los mejores, cada día se tornó gris, por su enfermedad y por la madurez intelectual que llego de pasar a ser un niño a un adolescente, su imagen y su mente ya no eran las mismas, lo más decepcionante es que el sistema educativo nunca pudo comprender su enfermedad, la cual pudo haber sido evitada antes de la caída inevitable. La misma situación nos encontramos en la novela de Carlos Fuentes, titulada “buenas conciencias”, igual un niño es incomprendido por el sistema educativo religioso mexicano del siglo XIX, por su familia y la sociedad: la influencia de una amistad suele ser determinante para las aventuras que persisten en la novela y por supuesto en el desenlace. Podríamos enlistar miles de ejercicios de la literatura que podrían ejemplificar la realidad. En la actualidad se sigue con la misma problemática en la educación, la cual es: “la incomprensión del alumno”, en una etapa de la vida donde el alumno se encuentra al desnudo con su propio ser, con su metafísica, sin embargo, son muy pocos los casos que se registran que el maestro se comprenda al alumno. Bajo las ruedas es un libro que podría servir como reflexión para aquellos que aspiran a educar en cualquier nivel educativo, desde kínder hasta universidad, y que sirva de utilidad para que no sé olviden que la compresión de los alumnos es uno de los factores por el cual pueden llegar a su éxito o su fracaso dependiendo el caso.

Bibliografía: Herman Hesse, Bajo las ruedas, PDF.




[1] Herman Hesse, Biografía: http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1822, 16 de octubre de 2014.
[2] Bajo las ruedas, Herman Hesse, página 86.