Por: Martha Fabiola Nuñez
Los humanos nacemos para la humanidad. La condición
humana es en parte espontaneidad natural pero también deliberación artificial:
llegar a hacer humano es un arte.
Los animales nacen siendo lo que definitivamente son
el recién nacido humano se encuentra mucho tiempo desvalido e incompleto. Sin
embargo, los recursos del niño se multiplican en tanto que el mono empieza.
El mono cae pronto en la ancianidad que supone no
aprender algo nuevo, pero el ser humano siempre es joven. El hombre aprende por
mimetismo. Lo específico de la sociedad humana es que sus miembros no se
conviertan en modelos para los jóvenes de forma accidental. Se fuerza la
limitación por la constatación de la ignorancia, quien no indaga, constata y
deplora la ignorancia ajena no puede ser maestro por mucho que sepa.
La enseñanza está ligada intrínsecamente al tiempo,
como transfusión deliberada y socialmente necesaria de una memoria
colectivamente elaborada, de una imaginación creadora compartida. Cualquiera
puede enseñar (niño-niña), jóvenes – adultos, anciano, joven. ¿Para que los profesionales
de enseñanza? Porque cualquiera que pueda enseñar algo, no quiere decir que sea
capaz de enseñar cualquier cosa.
El primer objetivo de la educación consiste en
hacernos conscientes de la realidad de nuestros semejantes, es decir, tenemos
que aprender a leer sus mentes, lo cual no equivale a la destreja estratégica
de prevenir sus acciones para adelantarnos a ellas para conducirlas en nuestro
beneficio sino que implica ante todo atribuir estados mentales como los
nuestros y de los que depende la propia
calidad de los nuestros.
EDUCACION (PEDAGOGO) valores, siempre importantes
hasta el siglo. XlX en que se invierte la estima, habilidades abiertas (hablar,
razonar, poesía, pintura, música). Nunca se puede dominar una forma completa.
INSTRUCCIÓN (MAESTRO) técnicas, habilidades cerradas, la propia habilidad de aprender es una capacidad
abierta. Esta capacidad posibilita a los demás. Lo importante es enseñar a
aprender, formar fábricas en vez de
almacenes en los primeros años el niño se educa el entorno
familiar. Se produce aquí la socialización primaria. El niño aprende a: hablar, vestirse, obedecer a los mayores, proteger a
los pequeños, compartir con los demás, respetar las reglas de los juegos y
distinguir el bien y el mal de forma primaria según los preceptos de su
comunidad, después se educa en el colegio, la socialización secundaria que
depende para ser fructífera de la primera.
La educación familiar funciona por vía del ejemplo y
el aprendizaje se da por la identificación total de sus modelos o por el
rechazo visceral (niños infelices). Se pueden aprender principios moralmente
estimables o prejuicio, ambos muy difíciles luego de cambiar.
La figura del padre es la más eclipsada de todas. El
papel menos grato de asumir. Hoy día el padre desea ser para su hijo, como lo
fue su madre para él, los avances en protección social de madres divorciadas
hacen desaparecer la autoridad paterna. Los niños pierden identificación y
estudios y lo relacionan con el aumento de la delincuencia juvenil y la perdida
destructiva de modelos de autoestima. La desaparición de la infancia,
debida a la televisión.
Antes las
verdades del sexo, procreación, enfermedades, muerte, violencia, guerras etc.
Eran escondidas al niño, cuando los padres tenían la llave de esos secretos.
Pero la televisión hace que el niño aprenda rápida e incontrolablemente. La tarea de la escuela, resulta doblemente
complicada, porque se encarga de la socialización primaria y secundaria.
EDUCACIÓN SEXUAL: es vano distinguir cuando sería
más conveniente iniciar la información sobre los temas sexuales “gracias a la
televisión”. Los adolescentes entran cada vez más pronto a la práctica sexual.
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