Por: Josué Osorio Estrada
¿Quién era Jean Jacques
Rousseau? Fue un filósofo, político y músico nacido en 28 de julio de 1712 en
Suiza, su muerte fue el 2 de julio de 1778 en Francia, es uno de los pensadores
de la Ilustración, o el siglo de las luces, sus ideas influenciaron a la Revolución
Francesa, y a las revoluciones burguesas. En el libro De Emilio o la Educación,
plantea su tesis principal: “el hombre es bueno por naturaleza” esta frase
quiere decir que el hombre nace bueno, pero conforme avanza su vida se va
corrompiendo dentro de la sociedad. Por otro lado, el hombre era considerado un
esclavo, pues el poder de otros hombres era el que lo dominaba. Asimismo, hace
un análisis del hombre, el cual define: “el hombre era libre y conservaba su
vida satisfaciendo sus necesidades naturales; sin necesidad de trabajo para
poder vivir, sin necesidad alguna de los demás y sin deseos de hacer daño”[1], además,
insiste que el hombre es un ser histórico, ya que el desarrollo de sus
habilidades y su carácter están determinadas por la sociedad.
El amor a sí mismo, es
uno de los dos principios que motivan al ser humano para su individualidad
moral, el otro principio, es que el hombre en su estado natural tiene la
libertad de elegir conscientemente, puesto que eso lo distingue entre el ser
humano y los animales, sin embargo,
Rousseau creyó que la naturalidad del hombre no se ha plasmado
perfectamente y que se ha perdido el estado natural del hombre, dentro de su
entorno social, es por ello, que en De Emilio o la Educación, sostiene que la
enseñanza es individual, alineada con principios de educación natural, es
decir, formando al niño como un ser social pensando en el bienestar de los
demás, esta pretende el desarrollo de personal para llevarlo a una perfección
humana, por consiguiente, enseña el desarrollo educativo en dos primeras
etapas, infancia y la edad de la naturaleza.
La etapa llamada desde
el nacimiento a los dos años, se basará en la ley del niño, la cual el niño
será libre para el desarrollo de su experiencia, con ello aprenderá las
funciones corporales, por otra parte, no se debe tomar precauciones excesivas,
en consecuencia, los castigos no sirven, ya que el niño no tiene la capacidad
de comprenderlos. La segunda etapa de los dos a los doce está basada en las
consecuencias naturales de la vida cotidiana, “sin esfuerzos mentales, con el
objetivo de retrasar los vicios de la vida social”[2] de
manera que es una educación sensible, pues, el niño aprenderá de sus accidentes
que realice a través de actividades de ejercicio libre, también obtendrá
demostraciones de afecto, sin embargo, no deben de ser excesivas, tampoco se
les expondrá a materias como la historia geografía, ni pondrán obligaciones de
lectura, ya que no son capaces de entender. En la tercera etapa, la pre adolescencia,
de los doce a los quince, el preadolescente recibirá una instrucción la cual
estará dirigida a la cultura. En las últimas
etapas, estás son: la adolescencia, juventud, pubertad, de los quince a los 20,
y la adultez a partir de los 20 años. En la pubertad, el hombre abrirá su consciencia
moral y nacerá ante la vida social, por tal motivo, tomará conciencia de los
valores, como justicia, honestidad, responsabilidad. En la adultez que llega a
partir de los 20 años, el joven que se convertirá en adulto, y ya estará
preparado para incorporarse a la sociedad, y ahora le toca a la mujer la
enseñanza, que consistirá en ser la ama de casa y hacer que el hombre se
responsabilice de la relación marital.
En conclusión final, Jean
Jacques Rousseau realizo teorías generales de la educación, las cuales se han
estudiado desde el trascurso de su existencia hasta nuestros días, sin embargo,
es criticada la teoría porque esta no puede ser practica en su totalidad,
porque el individuo no puede aislarse de la sociedad, como lo manifestó el filósofo
en su libro De Emilio o la Educación, pero estas ideas contribuyeron al
aprendizaje por la vía de la experiencia, o también llamado el constructivismo en
la pedagogía y en la psicología. Por otro lado, aunque la teoría de Rousseau
pareciera perfecta no lo es, porque en ella, se sigue tratando a la mujer como
la de poder inferior, es decir, la mujer no toma decisiones, simplemente ayuda
en las labores domésticas y sirve para el hombre, en lugar de que la mujer también
sea educada al igual que el hombre. La trascendencia de este filósofo, la
podemos mirar desde el pasado con la Revolución Francesa o las Revoluciones
Burguesas hasta nuestros días, de manera que, en la actualidad tenemos
democracias y monarquías republicas, y esto gracias al libro el Contrato
Social, el cual establece un contrato de leyes entre los gobernados y el
gobernante el cual no ha perdido vigencia en el contexto político global.
Bibliografía:
Colon Rosa Héctor William, Rousseau educación: más allá de Emilio.
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