viernes, 16 de enero de 2015

"Los maestros de la Revolución"

Por: Karla Alexandra Lozano Montalvo.




Durante la revolución, hubo estados en los que no ocurría gran cosa, a diferencia de otros en los que las escuelas primarias y las normales, fueron sometidas a presiones por conflictos políticos que terminaron por cerrarlas por meses e incluso años.

Los maestros participaron en el movimiento armado al igual que los demás trabajadores públicos,
algunos maestros trabajan sin importar para quien lo hacían, otros fueron víctimas de las políticas que se presentaban, sufriendo el detenimiento de sus sueldos de forma temporal o indefinida, según por haber favorecido al enemigo. Ósea que los maestros tuvieron problemas por pertenecer o no a algún grupo político.

En 1917 se suprime la SIPBA (Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes) y las escuelas primarias se cambian a los ayuntamientos, también se acaba con la huelga de maestros del Distrito Federal en 1919, donde pedían sueldos y la reinstalación.

Un cambio notable durante la revolución fue la uniformidad, que pretendía construir un sistema nacional de educación primaria moderno con elementos comunes y de orientación igual en todo el país. Se buscaba también ordenar los planes y programas de estudio de la enseñanza normal, comprometiéndola más con el pueblo y la revolución, ubicándola más hacia el campo, las regiones y las actividades agrícolas e industriales.

Se crearon escuelas normales donde introdujeron cursos técnicos y  de carácter práctico y  como economía política, trataron de que la enseñanza fuera mixta. Hubo profesores normalistas titulados y no normalistas, algunos titulados por los gobiernos de los estados y otros por los ayuntamientos y otros más sin título hubo enfrentamientos entre maestros por venir de distintas regiones y/o normales, también discutían por la organización de planes, programas, métodos de enseñanza y aprendizaje y por los libros de texto.

Parte de estas discusiones se viven en la actualidad, ya que siempre han existido y existirán personas que quieren tener el poder en sus manos, aunque no sea real el interés que pretenden tener hacia estas problemáticas.

El éxodo de maestros que emigraron de los estados a la capital, en busca de un bienestar profesional o siguiendo a los líderes revolucionarios, otros por los conflictos y violencia que existían en los lugares de origen.

Las escuelas normales transmitieron y reprodujeron los valores del orden y fueron transmisoras de los valores del cambio. Se dice que también fueron nido de conservadores y cuna de revolucionarios.

 La política del magisterio estaba dividida en 4 sentidos:
• Mayor intervención directa del profesorado para designar autoridades.
• Mayor participación del profesorado para decidir políticas educativas y pedagógicas.
• Mayor participación del magisterio en la vida política nacional.
• Penetración visible y directa de la política.

La gran mayoría de los maestros participaron en la revolución, por venir de clases medias y bajas provincias, se incorporaron con mayor facilidad a los discursos revolucionarios, ya que los universitarios no querían ubicarse en ninguna categoría sociopolítica. El magisterio estaba comprometido con las causas del pueblo. Se trataba del grupo profesional más numeroso y con la más extensa distribución geográfica. Los maestros se vinculaban y trabajaban para los jefes revolucionarios como docentes, militares, escribanos, asesores, publicistas, propagandistas, etc.
Los universitarios y normalistas no se llevaban muy bien, puesto que los normalistas querían que los reconocieran igual que a los universitarios, pero al mismo tiempo querían ser distintos, trataban de formar su propia identidad.

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