Por: Josue Osorio Estrada.
Para hablar de la
filosofía, antes se tiene que mencionar el significado de ella. Filosofía se
divide en dos, Filos (se escucha igual como se escribe), que significa amor, y Sofía
(fonéticamente se dice “sofe”), que significa saber o sabiduría. Por lo tanto,
filosofía es “el amor por el saber, o amor por la sabiduría”.
Filosofía de la Educación
es una división de la filosofía, la cual se dedica al estudio de las teorías
educativas. Reflexiona y analiza el quehacer de la educación. La filosofía de
la educación tiene una similitud con la filosofía porque utiliza sus métodos,
es decir, cuestiona, investiga y opina sobre las teorías generales de la
educación, sin embargo, la gran diferencia de una u otra, es que, la filosofía
es teórica, por ello le llaman “parasito de la teoría”[1], y
la filosofía de la educación, es el huésped de la práctica, esta se basa en dos
funciones discutir lo dicho (teoría) y llevarlo con ejercicios a la realidad
(practica). La filosofía en general no tiene un solo objetivo, ella puede
indagar de modo general en teorías y conceptos de diferentes disciplinas, por
ejemplo, la historia, la ciencia y la religión. En tanto que; la filosofía de
la educación se encargan de llegar a conclusiones para resolver los problemas
educativos. Mientras tanto, la filosofía en general, no existe un acuerdo
general para llegar a una sola verdad, algunos filósofos pueden estar de
acuerdo sobre las hipótesis establecidas, pero otros; no lo están. En
consecuencia, se podría decir que la filosofía de la educación toma los
procedimientos de la filosofía en general, los cuales son: cuestionar los
objetivos en la teoría, para así poder llevarlos a la praxis.
Existen tres tipos de
teorías en la filosofía de la educación, la primera de ellas es la teorías
descriptivas las cuales, busca hacer que los jóvenes sociabilicen o que exista
una cohesión social, las afirmaciones pueden ser falsas o verdaderas. Las
teorías pedagógicas tiene como función dar consejos a los profesores o aquellas
personas que se dediquen a la práctica educativa, es decir, les dicen que hacer
y que no, estas teorías pueden tener poco alcance ya que no se sabe si su
desempeño es el adecuado. Por último, se encuentran las teorías generales de la
educación, y filósofos como Platón, Rousseau y Dewey han planteado, el
propósito de las teorías generales es que la educación tiene que tener mayor
alcance a la sociedad, asimismo deben de promover las potencialidades de las
personas, es decir, involucrar al individuo para que establezca un cambio
dentro del contexto social el cual habita. En esta última teoría los filósofos
de la educación cuestionan los modos de cada hipótesis. En conclusión, la
filosofía con la educación se localizan diversas similitudes, sin embargo, no
del “todo” son iguales.
La
importancia de la filosofía en la educación.
Actualmente vivimos en
un contexto social (posmoderno) en donde la carencia de los valores morales
esta (como coloquialmente se dice) en los suelos, ahora la importancia de un
bienestar económico, social y político; es lo importante del ser humano. Los
objetivos de la modernidad o de aquel renacimiento fallido, se alejaron de la
realidad escrita por esta etapa histórica. “el hombre ocupante de un puesto
central en la naturaleza, con un destino dominador y transformador de esta,
admitiendo, al mismo tiempo, su historicidad progresiva en el tiempo, en ella
se impondrá el criterio de la razón”[2]. Es
por ello, que en el presente se necesita la filosofía en la educación,
principalmente para llevar al ser humano a pensar, a razonar y a reflexionar y así
llevar a lo que realmente necesita el ser humano, y no lo que le hicieron creer
que era necesario para él.
¿Por qué se ha
perdido el filosofar en la educación? Una de las suposiciones por la cual se ha
olvidado el filosofar en la educación y en los ámbitos cotidianos del ser
humano es cuando está en busca de las respuestas, y al encontrarlas, ya no se pregunta más allá de lo que se recibió como
respuesta, es decir, se queda con el resultado de la búsqueda. Por lo tanto, la
rigurosidad filosófica se ha perdido, quizá es por la falta de ignorancia y el
conformismo de los que quieren obtener respuestas fáciles o inmediatas. La
filosofía constantemente está en búsqueda de los objetos, y al decir, objetos,
nos referimos a la búsqueda de ¿qué es?, ¿para qué sirven esas cosas, esos
animales, esas teorías, esos seres humanos, eso seres vivos? Ángel Xolocotzi
Yáñez lo define perfectamente “no
es que vivamos estrictamente en un no saber, sino que vivimos en la experiencia
del error. No es la falta de conocimiento lo que conduce al saber, sino la
experiencia del error que puede ser corregida a partir del método adecuado”[3]. De
tal manera que si corregimos los procedimientos de las investigaciones, tal vez
podamos encontrar objetos o teorías nuevas. E incluso sistemas educativos
mejores, y sistema políticos.
En la vida
contemporánea la educación y la forma de educar a los estudiantes ha cambiado
demasiado, a lo que era antes. Ahora en lugar de educar a seres pensantes,
comprometidos con la vida social y política en donde viven, hoy en día, se
educa a estudiantes para que compitan por puestos laborales, y como resultado,
estas formas de educar han llevado a los estudiantes ( de cualquier grado
educativo) al aburrimiento, al hartazgo del sistema educativo, un ejemplo,
claro de ello, lo muestra el documental: “ Esperando a Superman” el cual revela
que los alumnos no encuentran atractivo el sistema educativo de los Estados
Unidos, de igual manera existe muchos niños que se han quedado rezagados por la
falta de oportunidades que les ofrece su gobierno; y los efectos a largo plazo
son: personas con menor capacidad de pensamiento, personal laboral no apto para
desempeñarse en puestos que provienen de las ciencias, personas con problemas
de drogadicción e insertados en la vida delincuencial de su localidad. Sin
embargo, este documental es resultado de un trabajo periodístico, por ese
motivo, uno no encontrara soluciones al problema educativo.
En conclusión,
más que importante es prioritario y necesario que se involucre la filosofía en
el sistema educativo, pero, los modos educativos contemporáneos, la han
excluido, eliminando las materias de filosofía en los sistemas de bachillerato
en México. Es fundamental que la educación extraiga y retome las tácticas de la
filosofía, primero preguntarse ¿dónde está la falla en los sistemas, los
maestros, los pedagogos y hasta los filósofos de la educación? ¿Es el sistema el culpable? ¿El modelo
económico y político? ¿Quién debe regir la educación, el banco mundial, o
pedagogos y filósofos comprometidos con la educación?
El filósofo
Fernando Savater, en su libro el Valor de Educar, dice: “el educador debe enseñar
a pensar, y pensar en lo que se está pensando, es decir, el educador debe
enseñarle a sus discípulos pensar en una determinada idea, y que se vuelve a
pensar lo que se pensó de esa idea. Esta frase implica un método filosófico
porque se piensa más allá de la búsqueda. Por otra parte, no se trata de culpar, sino de
resolver los rompecabezas de la educación. Y cuando se llegue una solución, se
verán reflejadas; las acciones en los estudiantes del nivel básico hasta el
nivel superior, ya que los males no persisten en la educación inicial, también
en la educación superior. Los maestros, los pedagogos, los filósofos de la educación
y todo aquel que este dentro de las cuestiones educativas tiene que estar
comprometido con la educación, puesto que, la educación llevará a los niños, a los
jóvenes y a los adultos cambien de cierta manera su contexto social, político y
económico.
Bibliografía:
Carmen Romano Rodríguez, Filosofía y Educación, ensayo
de Angel Xolocotzi Yañez, “La
filosofía, ¿una embalsamadora de ideas?”, Buap, 2011.
Carmen Romano Rodríguez, Filosofía y Educación,
Modernidad, Posmodernidad, Educación Superior, Buap, 2011.
T.W. Moore, Filosofía de la Educación, “Teoría educativa
y Practica Educativa”, trillas, 2012,
Savater Fernando, “El valor de educar”, IEESA, 1997.
[1] T.W.
Moore, Filosofia de la Educacion, “Teoría educativa y Practica Educativa”,
trillas, 2012, pág. 20.
[2]
Carmen Romano Rodríguez, Filosofía y Educación, Modernidad, Posmodernidad, Educación
Superior, Buap, 2011, pag. 26.
[3]
Carmen Romano Rodríguez, Filosofía y Educación, ensayo de Angel Xolocotzi
Yañez, “La filosofía, ¿una
embalsamadora de ideas?”, Buap, 2011, pág. 20
Muy bueno el artículo (Y)
ResponderBorrarL e falta Desarrollar mas el tema.
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